Respeto e innovación

Desde sus inicios Da Vinci se ha forjado a base de un meticuloso trabajo combinado con la seriedad y el respeto hacia nuestros clientes. La escucha activa de los diferentes mercados internacionales ha originado que nuestros productos sean personalizados en cada uno de los proyectos que trabajamos. Sin retos, no existen los avances, en este sentido, Da Vinci, ha apostado por la tecnología y la innovación para adaptarse a un cambio constante, liderado por la perfección y la calidad.

La apuesta por nuestro equipo, joven, con iniciativa y con la necesidad de avanzarse a las corrientes, hace que Da Vinci sea un referente en un sector de constante cambio y en el que prima la personalización del producto.

Nuestros comienzos

Empezamos nuestra andadura en 1997 en Alcora, Castellón. Nuestros inicios estuvieron ligados a la fabricación de piezas especiales y a la decoración cerámica en toda su diversidad. La experiencia y el trabajo constante han posibilitado que crezcamos fuera de nuestras fronteras adaptando a cada cliente un producto único, innovador y creativo.

Actualmente, Da Vinci, crea 1.000 metros cuadrados diarios de decoración que salen de nuestro centro de producción a distintos países y encuentros profesionales internacionales de renombre. Día a día, la proximidad, la adaptación al cliente y la calidad de nuestros productos nos acercan a dónde queremos llegar.

Dos generaciones

Somos un equipo humano lo suficientemente extenso como para conseguir los objetivos que nos marca Da Vinci y lo suficientemente pequeño como para trabajar como un engranaje en todas las fases de producción de nuestro producto.

Nuestra sede ha visto crecer a base de esfuerzo y tesón a dos generación que se nutren de la voluntad, el trabajo y esa innovación que sólo la savia joven es capaz de aportar.

El cambio constante hacia la vanguardia de nuestros productos y la sabiduría que da la experiencia combinan a la perfección dando como resultado un producto único con sello propio.